Los pavimentos de hormigón desactivado (o de árido visto) ofrecen la posibilidad de realizar pavimentos en armonía con el entorno y respetando el medio ambiente.
Consiste en una técnica constructiva que, mediante la aplicación de un agente químico desactivante, se logra retrasar el fraguado de la capa más superficial del hormigón, mientras que el resto de la masa continúa con su proceso normal de fraguado y endurecimiento. Una vez transcurridas un número variable de horas en función de la temperatura ambiente, se elimina el mortero no fraguado mediante un lavado con hidrolimpiadora a alta presión, con lo que se consigue exponer a los áridos del hormigón y dejar una parte de ellos al descubierto.
El árido visto ofrece una amplia variedad de texturas, consiguiéndose un acabado muy atractivo para pavimentos de hormigón ornamental al ser rugoso, antideslizante, y enormemente resistente al desgaste y a la acción de los agentes atmosféricos, por lo que resulta especialmente idóneo para su aplicación en aceras, pavimentos y todo tipo de urbanización.